Comunicatedigital.com
Foto: ESPECIAL
Reafirmó su compromiso de dar cumplimiento a la política social de paz impulsada por el gobierno federal
La gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros reafirmó su compromiso de ejecutar la política social de paz impulsada por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. Lo anterior, al encabezar la ceremonia de destrucción de armamento por parte de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), en la 23ª Zona Militar.
Refirió que se da puntual cumplimiento a la misma a través del trabajo conjunto con todos los niveles de gobierno y así garantizar la seguridad a la población.
Cuéllar Cisneros indicó que con este tipo de acciones se contribuye a preservar la paz y mantener a Tlaxcala como el estado más seguro del país al registrar el menor índice delictivo.
“Estamos haciendo una nueva historia en materia de seguridad mediante el fortalecimiento de la infraestructura y modernización tecnológica, estoy segura que con las acciones que estaremos emprendiendo este año nos va a permitir garantizar la paz en nuestra entidad por muchos años”, expuso.
La titular del Ejecutivo local aseguró que su gobierno continuará con las acciones para fortalecer la seguridad, al adelantar que este año se iniciará con la escuela de policía, las nuevas fiscalías, procuraduría y los Centros de Comando y Control (C2) en los municipios.
Durante su intervención, el comandante de la 23ª Zona Militar, Santos Gerardo Soto precisó que fueron destruidas 80 armas de fuego, de las cuales 45 son cortas y 35 largas, además de 24 cargadores y 429 cartuchos de diferentes calibres que quedaron a disposición de la Sedena al ser decomisadas en diversas acciones de seguridad.
Agregó que la destrucción de armas forma parte del sentido de responsabilidad y participación por lograr una sociedad y entidad más segura ante los riesgos que comprometan la vida o integridad de las personas.
Gerardo Soto señaló que “cada arma destruida es el resultado del arduo trabajo que realizan los soldados, policías, ministerios públicos y jueces, quienes muchas de las veces arriesgan su propia vida e inclusive han afectado su integridad física demostrando con esto un gran sentido de responsabilidad para servir a la sociedad para lograr un México más seguro y más próspero”.
El protocolo para la destrucción consiste en la verificación de los artefactos a través del tipo y matrícula, fotografías de ambos lados, la realización de los cortes correspondientes para dejarlos sin uso, después se toman nuevas fotografías, hasta que las piezas queden destrozadas; son separadas de acuerdo con su composición metálica y finalmente se trasladan a la Ciudad de México para su fundición.